Señor, gracias por este domingo que termina, por haber cuidado de mí, haberme guiado con tu amor y porque pude descubrirte en el canto de las aves, en el azul del cielo y en cada bendición que hay en mi vida.
Gracias Señor porque Tú me regalaste un hogar, una familia, iluminas mi camino con tu luz y colmas mi senda con paz y bienestar.
Gracias por cada una de las cosas que hice y que logré en esta jornada, por los momentos buenos en que fui feliz y gracias porque aunque en mi vida haya algunos asuntos por resolver, mañana será un nuevo día para seguir batallando y poder salir adelante.
Padre amado, en esta noche quiero entregarte mi vida, la vida de mi familia y nuestro hogar. Por favor vigila nuestras puertas y ventanas para que nada ni nadie interrumpa nuestro sueño, ayúdanos a apartar todo temor de nuestra mente, concédenos un descanso placido y sana nuestros cuerpos y nuestros corazones.
Permite que la noche se lleve toda tristeza, toda angustia y toda preocupación y que el nuevo amanecer venga lleno de fe y esperanza, para así podernos poner en pie y continuar en nuestra lucha para alcanzar los anhelos nobles de nuestro corazón.
Señor, antes de que mis ojos se cierren, quiero juntar mis manos y decirte: gracias por este día que me regalaste y gracias por ser quien me bendice y me sostiene firme aun en medio de las dificultades.
Yo me iré a descansar con la certeza de tu amor infinito y cerraré mis ojos confiando en que Tú cuidarás mi sueño y mañana me concederás una hermosa semana llena de dicha, salud, conquistas, bendiciones y abundancia, Amén.
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