Padre Santísimo, en la mañana de este lunes me acerco hasta Ti, con un corazón lleno de ilusión y esperanza para darte gracias porque Tú en tu infinita bondad me has permitido comenzar una nueva semana.
Gracias Señor por el hermoso regalo de la vida, por mi familia, por nuestro hogar y por todas las maravillosas bendiciones que Tú nos concedes, gracias por la ropa que nos viste, por los zapatos que hay en nuestros pies, por los alimentos que nunca faltan en nuestra mesa y por darnos tu tierno abrazo cuando nos sentimos decaer.
Padre celestial, en esta oración quiero poner en tus manos esta semana que inicia. Atrás han quedado las tristezas y las angustias de las semanas pasadas y desde este instante quiero dar lo mejor de mí para poder alcanzar mis metas, mi felicidad y mis anhelos.
Es posible que en mi mente haya algunas angustias y preocupaciones, pero sé que con tu guía y tu compañía podré salir adelante.
Por favor acompáñame a mí y a mi familia en cada una de nuestras actividades, por favor toma nuestra mano, llévanos por buen camino y bendice nuestras obligaciones, nuestro trabajo, el estudio y prospéranos con abundancia en salud, paz, misericordia, gozo y bonanza.
Te suplico que nos libres de todo lo negativo, de lo tangible y lo intangible y que seas Tú poniendo en nuestro camino personas nobles y de buen corazón a quienes nosotros podamos servir y que deseen servirnos por igual.
Amado Dios, te pido que cada uno de los siete días de esta nueva semana estén llenos de tu paz y tu amor y que tu luz y tu bendición sean constantes en mi vida, la vida de mi familia y la vida de mis amigos, pues si Tú estás con nosotros entonces nada habrá de faltarnos, Amén.
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