Padre, vengo confiadamente ante Tu trono para obtener gracia para el oportuno socorro. Tengo confianza en Tu Palabra y me aferro a Tus promesas para sanarme. De acuerdo con Isaías 53:5 y 1 Pedro 2:24, resisto a la enfermedad y a las dolencias. Declaro con mi boca y creo con mi corazón que soy sano de toda enfermedad y dolencia.
Tu Palabra dice que Jesús llevó todas mis enfermedades y dolencias, y que también llevó mis tristezas para que ahora yo reciba sanidad. Sé y declaro que Jesús es mi Sanador. Te doy a Ti toda la alabanza por brindarme todo lo que necesito para vivir en plenitud.
Gracias por saciarme de larga vida. Padre, te agradezco porque Tú no haces acepción de personas. Lo que haces por mí, lo harás por todo aquel que te pida y te crea en fe.
Satanás, te hago saber en el Nombre de Jesús que no tienes autoridad sobre mí. De acuerdo con Mateo 18:18, te ato y no puedes hacer nada en mi contra. Mi vida está escondida en Cristo. No tienes poder para poner ninguna parte de la maldición sobre mí. Tomo mi lugar como redimido de la maldición. ¡Por tanto, deberías huir, ahora! Tomo mi lugar en Dios y te resisto.
Ahora, Padre, te alabo. Te rindo reverencia. Confieso con mi boca que Tu Palabra no regresará a Ti vacía. Te alabo por Tu protección y Tu bondad en mi vida. Te doy gracias porque Satanás es incapaz de penetrar esa protección. Gracias por traer completa sanidad a mi vida. Y en Tu Palabra dice que cualquier cosa que pida en el nombre de Jesús me será hecha. Por tanto, declaro que la sanidad me pertenece y está completa. Amén.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario