Padre Santo, vengo delante de tu presencia en el nombre de Jesucristo, mi Salvador y Redentor. Te bendigo Padre, porque tu prosperidad y tu provisión llegan a mi hogar. Te pido Padre, en el nombre de Jesús, que primero prosperes mi alma. Anhelo prosperidad en todo lo espiritual.
Gracias porque ya lo estoy recibiendo de ti. Delante de tu presencia declaro tu poderosa Palabra, la cual ha sido establecida desde la eternidad hasta la eternidad y confieso que Tu Palabra me abre las puertas para la provisión y bendición financiera.
Gracias Padre, porque Tú sanas mis finanzas. Gracias Padre por iluminar mi entendimiento con buen juicio, razonamiento, y sabiduría para administrar con gran sabiduría correctamente mi dinero.
Declaro en el nombre de Jesús que el desempleo ni la desocupación entrarán en mi casa. Aunque a otros despidan del empleo, la sangre de Cristo me cubre y el favor de Dios encuentra cabida para mí, de manera que en mi hogar no nos alcanzan despidos de trabajos, ni reducción de personal, nuestro dinero es a prueba de recesión y crisis económica.
Confieso delante del Padre Celestial, que de acuerdo a su Palabra, por su bendición poderosa sobre nosotros, que no andaremos vagabundos, ni errantes, ni mendigando, ni terminaremos como refugiados ni damnificados porque Jehová no nos desampara,
Él es nuestro pronto auxilio en toda tribulación. Declaro en el nombre de Jesús que las bendiciones de Abraham me alcanzan, declaro de acuerdo a la Palabra que mi campo es bendito, mi casa es bendita y la bendición de mi herencia se extiende a mis generaciones.
Soy bendito en mi entrada y en mi salida. Toda obra de mis manos será prosperada. Declaro en el nombre de Jesús que la maldición de indolencia, negligencia, la pereza y los vicios son arrancados y cortados de mis generaciones.
Padre, en el nombre de Jesús, cubre los postes y el dintel de nuestro hogar con la Sangre de Jesús. Ésta es mi herencia de parte de Dios. En el nombre de Jesús.
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