jueves, 27 de febrero de 2020

Oración del día


Señor,  gracias por todas las bendiciones y los hermosos regalos con los que Tú colmas mi vida. Tú eres un Dios bueno, grande y misericordioso y a cada instante puedo sentir tu maravillosa presencia conmigo a donde quiera que yo vaya.

Señor, hoy más que nunca te pido que me guíes y me protejas, pues Tú conoces mi vida, mis anhelos, mis temores y también mis necesidades. Por favor susúrrame palabras de fuerza y sabiduría, tómame de la mano y llévame por aquel camino que debo seguir, pues yo confío plenamente en Ti y en tus planes y acepto con alegría cada uno de los propósitos que tienes para mí.

Padre amado, en esta oración también quiero poner en tus brazos a mi hogar y a mi familia y te pido que seas Tú llenándonos de amor y entendimiento para actuar en tu tiempo perfecto y de acuerdo a tus designios.

Padre celestial, en tu hermoso corazón pongo mis preocupaciones y las de mis seres queridos, por favor ayúdanos a resolver sabiamente nuestras dificultades, mira nuestra vida y atiende nuestros pedidos.

Por favor abrázanos en la soledad, rodéanos frente al peligro y defiéndenos ante la injusticia. Alegra nuestros corazones en la tristeza y déjanos descansar en Ti cuando nuestras fuerzas parezcan decaer.

Por favor dame sabiduría para mantenerme en el camino correcto, valor para saber afrontar las dificultades, un corazón noble que pueda amar sin medida y un alma generosa que sepa la alegría de compartir y dar sin reparar.

Permítenos cumplir con nuestras obligaciones con gozo y alegría y si por algún motivo tuviésemos que superar una situación difícil, ayúdanos a recodar que atrás de lo que hoy parece una prueba siempre aguarda una hermosa bendición. Por favor, danos fuerza de voluntad y carácter para poder hacer de cada día, un gran día en tu nombre.

Te pido también por las necesidades físicas, materiales y espirituales de cada uno de nosotros, bendícenos en esta jornada y sé nuestro amoroso proveedor, pues si Tú estás a nuestro lado, absolutamente nada habrá de faltarnos.

Señor, en este nuevo día pongo en tus manos mi ser, mis sueños y aquellas necesidades que Tú muy bien conoces, y sé que desde ahora Tú serás guardando cada uno de mis pasos y preservándome libre de todo mal, porque tu amor y tu bondad no conocen limites, Amén.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

loading...