jueves, 20 de febrero de 2014

CARTA PARA UNA MUJER

Queridas amigas:
Nos importa un carajo cuanto pesan.
Es fascinante tocar, abrazar y acariciar el
cuerpo de una mujer.
Pesarla, no nos proporciona ningún efecto!!
No tenemos la menor idea de lo que es un
talle.
Nuestra evaluación es visual. Es decir, si tiene
forma de guitarra, está buena.
No nos importa cuánto mide en centímetros.
Es una cuestión de proporción, no de medida.
Las proporciones ideales del cuerpo de una
mujer son: Curvilíneas, pulposas, femeninas…
Esa clase de cuerpo que de un solo golpe de
vista uno identifica sin duda alguna y en una
fracción de segundo.
Las flaquitas que desfilan en las pasarelas,
siguen la tendencia diseñada. Sus modas son,
lisa y llanamente, agresiones al cuerpo que
odian porque no pueden tener.
No hay belleza más irresistible en la mujer que
la feminidad y la dulzura. La elegancia y el
buen trato, son equivalentes a mil Viagras.
El maquillaje se inventó para que las mujeres
lo usen. Úsenlo. Para andar a cara lavada,
estamos nosotros.
Las faldas se inventaron para que luzcan sus
magníficas piernas. ¿Para qué carajo se las
tapan con pantalones anchos? ¿Para que las
confundan con nosotros?
Una ola es una ola, las caderas son caderas y
punto.
Si la naturaleza les dio ese aspecto curvilíneo,
es por algo y reitero: a nosotros nos gustan
así.
Ocultar esas curvas, es equivalente a tener tu
mejor sillón embalado en el sótano.
Entendámoslo de una vez, traten de
gustarnos a nosotros, no a ustedes, porque
nunca van a tener una referencia objetiva de
cuán lindas son de mujer a mujer. Ninguna
mujer va a reconocer jamás delante de un
tipo que otra mujer está linda.
Las jovencitas son lindas…
Pero las de 40 para arriba, son el verdadero
plato fuerte.
El cuerpo cambia. Crece.
Una mujer de 40 o de 50 años, a la que le
entra la ropa de cuando tenía 20 o 25 años, o
tiene problemas de desarrollo, o se está
autodestruyendo .
Nos gustan las mujeres que saben manejar su
vida con equilibrio y saben manejar su natural
tendencia a la culpa.
O sea: la que cuando hay que comer, come
con ganas
(la dieta vendrá en setiembre, no antes);
cuando hay que hacer dieta, hace dieta con
ganas
(no se sabotea ni sufre);
cuando hay que tener intimidad de pareja, la
tiene con ganas; cuando hay que comprar
algo que le gusta, lo compra; cuando hay que
ahorrar, ahorra.
Algunas líneas en la cara, algunos puntos de
sutura en el vientre, algunas marcas de
estrías, no les quitan su belleza. Son heridas
de guerra, testimonio de que han hecho algo
con sus vidas, no han estado años en formol
ni en un spa. ¡Han vivido!
El cuerpo de la mujer es la prueba de que Dios
existe. Es el sagrado recinto donde nos
gestaron a todos, donde nos alimentaron, nos
acunaron, que nosotros sin querer las
llenamos de estrías, y demás cosas que
tuvieron que ocurrir para que estemos vivos.
Cuídenlo. Cuídense. Quiéranse.
La belleza es todo eso, Todo junto.
ATENTAMENTE
-Un hombre-

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

loading...